Si hay algo en lo que nos ha beneficiado la tecnología es en desarrollo de soluciones tan innovadoras como la calefacción por suelo radiante. Un sistema de calefacción que no solo ofrece una forma eficiente y cómoda para calentar espacios interiores, sino que además se ha convertido en uno de los tipos de calefacción preferidos de arquitectos, interioristas y propietarios de viviendas.

En este artículo, exploraremos en detalle qué es el suelo radiante y las ventajas que nos ofrece, así como algunos de sus posibles inconvenientes, que con el sistema adecuado se pueden evitar.

¿Qué es el suelo radiante?

¿Alguna vez te has preguntado cómo funciona un suelo radiante? Se trata de una tecnología de calefacción que trabaja a partir de un sistema, que utiliza una red de circuitos hidráulicos o eléctricos instalados bajo el suelo de tu hogar. El agua o la electricidad que circula en el interior de estos circuitos calientan el recubrimiento ofreciendo una sensación de confort única, ya que el calor se irradia desde el suelo hacia la estancia.

Este sistema es ideal para hogares, escuelas, oficinas, hospitales y todos aquellos espacios que disponen de techos altos gracias a que el pavimento irradia calor en toda su superficie y este consigue calefactar la estancia hasta una altura de 3 m. Es decir, no necesita calentar todo el volumen del espacio.

Pero, ¿cómo funciona concretamente? Mediante la distribución de calor a través de tuberías o cables eléctricos que se integran en el suelo. A medida que el sistema se calienta, irradia calor hacia arriba, calentando de manera uniforme la superficie del suelo y, en consecuencia, todo el espacio.

Existen dos tipologías de suelo radiante:

  •     Suelo radiante eléctrico
  •     Suelo radiante hidráulico

Ventajas del suelo radiante

1.  Gasto energético y costes reducidos 

Si hay un beneficio realmente notable de la instalación de calefacción por suelo radiante es su ahorro energético. Al contrario que los sistemas de calefacción tradicionales como los radiadores o los conductos de aire caliente, el suelo radiante opera a temperaturas más bajas. Esto implica un uso menor de energía para calentar un espacio y, por lo tanto, un ahorro importante de costes de calefacción a largo plazo.

Además, este tipo de calefacción permite la zonificación. Es decir, la posibilidad de optimizar el consumo energético pudiendo seleccionar las habitaciones o espacios que se quieren calefactar.

2. Ganancia de espacio y calor uniforme

La instalación de suelo radiante permite evitar otro tipo de sistemas más voluminosos como los radiadores u otros aparatos. Aprovechando mejor los ambientes y liberando rincones y paredes para poder darles otro uso o, simplemente, creando espacios más limpios y minimalistas. 

Por otro lado, este tipo de calefacción ofrece una distribución de calor uniforme, evitando puntos fríos, corrientes de aire incómodas o cambios de temperatura por momentos.

3. Adecuado para el empleo con fuentes de energía renovables

Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir este tipo de calefacción es su alta compatibilidad con fuentes de energía renovables. 

El uso de sistemas solares térmicos o bombas de calor geotérmicas pueden proporcionar el calor necesario para calentar el agua o los cables eléctricos del sistema de suelo radiante de una manera mucho más sostenible y eficiente. Como hemos comentado anteriormente, esto no solo implica una reducción de la huella de carbono, también del consumo energético.

4. Comodidad

Por último, y enfocándonos en un tipo de beneficio más experiencial, la calefacción por suelo radiante proporciona una mayor comodidad y bienestar en el día a día. La suma de los beneficios anteriores: calor uniforme, liberación de espacio, etc. contribuyen a crear un ambiente estéticamente más agradable.

Además, al no haber circulación de aire, el suelo radiante no transporta polvo ni alérgenos, lo que mejora la calidad del aire interior y es beneficioso para personas con alergias o problemas respiratorios.

Inconvenientes del suelo radiante 

Si bien el suelo radiante ofrece numerosas ventajas, también hay pequeñas consideraciones importantes a tener en cuenta antes de optar por esta solución:

  •     Inversión inicial: La instalación del suelo radiante puede tener un coste más elevado que otros sistemas de calefacción convencionales debido a la mano de obra y los materiales requeridos. Por ello, recomendamos realizar un estudio exhaustivo de los costes. Si bien es verdad, que su inversión inicial puede ser mayor, también es verdad, que usted estará recuperando la inversión desde el primer día.
  •     Tipos de recubrimientos: los suelos radiantes funcionan a la perfección con cerámica y piedra natural. Otros recubrimientos con una resistencia térmica mayor, como por ejemplo el parqué, harán que nuestros costes de calefacción aumenten. Si bien es verdad que un suelo radiante siempre será mucho más ventajoso a nivel de costes en comparación con un sistema de radiadores.

Sin embargo, a pesar de estas posibles trabas, la calefacción por suelo radiante es una opción muy atractiva para aquellos que buscan una calefacción eficiente, estética y cómoda. Siempre contando con la planificación e instalación adecuada por parte de profesionales, el suelo radiante es una inversión a largo plazo que ofrece años de confort y ahorro energético. 

Contacte con nuestro equipo de profesionales que le aconsejaran y le guiarán de la mejor manera en este o cualquier tipo de proyecto.